Afectados por la clausura del hotel Cumbria: «Es un poco fuerte que a nadie le importe que 70 empresas se vean en esta situación»

Eusebio Gª del Castillo Jerez.– Los empresarios arrendatarios del Hotel Cumbria reclaman al Ayuntamiento que les permita continuar desarrollando su actividad en el centro de empresas de este establecimiento hostelero. Se sienten «desamparados», después de conocer prácticamente por la prensa que el inmueble iba a ser clausurado de forma inminente, e impotentes ante la tesitura de desinstalar sus empresas de un día para otro y tener que buscar un nuevo local. A petición de estos empresarios, esta tarde se celebrará una reunión con representantes del Consistorio en la que estará presente la alcaldesa. Sobre la mesa, la necesidad de encontrar una solución que impida «el cierre de empresas y el despido de trabajadores».

El pasado viernes, la Junta de Gobierno Local del Ayuntamiento de Ciudad Real, convocada de forma urgente y extraordinaria, acordaba conceder la licencia de obra del proyecto presentado por el Hotel Cumbria para que el establecimiento se adapte a la normativa de seguridad. Durante el desarrollo de las actuaciones que, según informó el equipo de gobierno,  deberán ejecutarse en dos meses, el hotel permanecerá cerrado.

Esta mañana, los empresarios afectados han convocado una rueda de prensa en una de las salas de conferencias del hotel. Amelia Romero ha explicado que conocieron por la prensa que deberían desalojar el hotel. «Nos parece un poco fuerte que a nadie le importe que 70 empresas que hay aquí instaladas desde hace mucho tiempo se vean en esta situación, teniendo en cuenta la repercusión que pueden ocasionar».

Ángel Sánchez ha subrayado que riesgo de seguridad no es «inminente» y que las deficiencias son subsanables. «Se entiende que la administración persiga el cumplimiento de la ley, pero nosotros le estamos pidiendo es que eso no es incompatible con el desarrollo de la actividad, teniendo en cuenta el perjuicio que se causa a terceros». Destacaba que no sólo se trata del hecho de tener que desmantelar los negocios, sino de hacerlo además con «premura». Considera que se está actuando con «precipitación». Así, ha señalado que lo que persiguen es una modificación del procedimiento, de forma que se tengan en cuenta las circunstancias que se dan, «y que se lleve a cabo el cumplimiento de la ley compatibilizando todos los intereses que hay en juego». «Tampoco tiene que ser tan difícil si se sientan unas partes y otras», apunta. Espera que de la reunión de esta tarde con miembros del equipo de gobierno se obtengan resultados satisfactorios porque entiende que los políticos no deben estar «en contra del interés general».

Otro de los empresarios, Manuel Risco, hacía hincapié en la situación de «indefensión» en que se ha encontrado junto a sus compañeros  «de un día para otro». Además, ha reconocido en ningún momento han sido conscientes de la situación real del hotel, pese a los rumores que vienen circulando por la ciudad. Confiaba en que pueda encontrarse otra solución alternativa al desalojo. «Es cuestión de buena voluntad, que parece ser que se ha manifestado por parte de la alcaldesa». Según ha indicado, Pilar Zamora desconocía la situación de desinformación en la que se encontraban. Por otra parte, ha comentado que, hasta ver qué sucede en el encuentro con el Ayuntamiento, se paralizarán la presentación de un recurso que han redactado en que pretendían solicitar la suspensión cautelar de la clausura del hotel. «Queremos saber qué se nos dice allí y tener más información acerca del proceso, las circunstancias y las obras que hay que hacer y, en función de eso, ver si entre todos podemos encontrar alguna solución».  Para los empresarios, la «idónea», pese «a la incomodidad y siempre que no entrañe riesgos» es mantener la actividad. Al parecer y según la propiedad, las obras que se van a acometer son de menor envergadura que otras realizadas anteriormente para las que no se cerró el establecimiento.

Amelia Romero ha insistido en que no es de recibo que se hayan tenido que enterar por la prensa de algo que les afecta tan directamente y que nadie les explique las circunstancias ni lo que puede pasar. Además, asegura que no les ha hecho gracia es que a todo el mundo le dé igual las 70 empresas instaladas en el establecimiento, y que nadie se haga responsable del «destrozo» que se puede ocasionar. «Hoy yo no hemos podido atender a ninguno de nuestros clientes. Me parece un poco cruel que no se tomen medidas al respecto». Esta empresaria ha aclarado que no están «de parte de nadie» y  que les «ha pillado en medio», resultando los más perjudicados y se mostrado confiada en que todo se vaya a solucionar.

Asimismo, ha comentado que, si hubiera conocido lo que ocurría, podría haber tenido la opción de no instalarse allí en su día. «No lo habría elegido como centro para mi negocio ni como sede. Si hice es porque pensé que era el mejor sitio para mi empresa y que iba a estar en condiciones adecuadas». Decía sentirse «muy engañada».

«Se nos puede tachar de ingenuos», añadía Manolo Risco. «Cuando sabes que hay una estructura que lleva abierta un año tienes que suponer que tiene todos los permisos y licencias. Nadie llega a un hotel y pregunta por la licencia». Entiende, sobre la base de la «buena fue». «Entendíamos que, cuando el centro de negocios estaba abierto, era porque tenía todas las licencias».

Por otra parte, señala que la opción de emprender acciones judiciales contra el Hotel Cumbria «se ha puesto encima de la mesa», pero que aún no se planteado de forma firme porque la situación les ha «desbordado». Lo urgente, opina, es saber si el jueves, tal como indica el escrito que han recibido del Ayuntamiento, ya no se puede entrar al hotel, y qué pasa después.

La dirección del Hotel Cumbria se siente «traicionada»
Gustavo Sánchez, responsable de la gestión de los locales inmobiliarios, oficinas y despachos del Complejo Cumbria, ha asegurado que el viernes conocieron, por medio de la rueda de prensa ofrecida por Nicolás Clavero y Alberto Lillo, que la medida a adoptar era la clausura total del hotel. Relata que en agosto recibieron el aviso de que en un mes se iba a cerrar el edificio, advertencia que también les fue notificada en el mes de marzo. Entonces remitieron una propuesta al Ayuntamiento de Ciudad Real para acometer obras de mejora en medidas de seguridad, por lo que se les concedió una prórroga. Durante esa reforma, apunta, las oficinas y todas las actividades del complejo permanecieron en funcionamiento.

Ha admitido que la propiedad es la máxima responsable de la situación, ha aseverado que se sienten tan «traicionados» como los empresarios inquilinos. «Lo único que pido es lo que le solicitamos en la última reunión a Pilar Zamora, que por favor deje las oficinas en funcionamiento, ofreciéndonos a cerrar el complejo completo, incluido el hotel. Sabemos el grave daño que está ocasionando».

La propiedad se siente «engañada». Sánchez «creía» que setenta empresa y más de doscientas familias eran más importantes «de lo que realmente somos».

Por otra parte, ha asegurado que no existe «ningún tipo de riesgo», simplemente, «el mismo que tiene una persona al salir de su casa». Por ello, ha solicitado al Ayuntamiento que les permita acometer la obras permitiendo que continúe la actividad de las oficinas. Así «debía ser», según el «pacto» verbal con el Ayuntamiento, que ha afirmado existía y teniendo en cuenta además que las obras son «de menor envergadura que las acometidas en la primera fase». Subraya que han hecho «a pie juntillas» lo que les han dicho que debían hacer, «y lo queríamos seguir haciendo, pero la sorpresa es ésta».