«Somormujo», la moneda social de Ciudad Real impulsada por la asociación Educatopía

Eusebio Gª del Castillo Jerez.– Recibe el nombre de una de las aves más espectaculares que mora nuestros humedales. Somormujo es el nombre de una moneda social que ha implantado la asociación Educatopía, un colectivo que promueve acciones relacionadas con la educación ambiental y la sostenibilidad. Este sábado ha celebrado su tercer encuentro en la Biblioteca de Ciudad Real, un foro en el que intercambiar productos y servicios sin necesidad de dinero.
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La idea de poner en marcha esta iniciativa surge a raíz del Somormujo 2014, un encuentro ambiental y artístico organizado por la asociación Educatopía que se celebró en la escuela de pesca del Vicario. Elvira Sánchez Uzábalal, una de las promotoras de este proyecto, comenta que en este evento se planteó la idea de efectuar un trueque, de ropa principalmente y, «al empezar a pensar en cómo articular un sistema de intercambio, llegamos a la idea de la moneda social que, a fin de cuentas, es un trueque más desarrollado». A partir de entonces se han celebrado dos encuentros más en instalaciones del Colectivo de Organización Local (COL) en los que intercambiar bienes y servicios con esta moneda social. En diciembre los miembros de esta asociación se plantean llevar a cabo un nuevo encuentro abierto, «en lugar céntrico para llegar a más gente y estar en la calle con el ambiente navideño».

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Registro de somormujos

La red de la moneda social Somormujo reúne a cerca de treinta usuarios. Tras presentar el proyecto en la Biblioteca de Ciudad Real, desde Educatopía esperan que cada vez se conozca más esta iniciativa y que nuevas personas se sumen al proyecto de moneda social. En el evento se ha realizado una charla informativa orientada a nuevos participantes y después se ha procedido a abrir cartillas a los nuevos usuarios. Las han estrenado con los bancos de ropa y libros, que son «el punto de inicio» de cualquier persona que comienza a utilizar la moneda social. «Aportando algo al banco de ropa o de libros consigues crédito, somormujos, lo que te permite hacer después tus primeros intercambios», explica Elvira Sánchez. No obstante, añade que esto no es obligatorio, pero sí que ayuda a romper el hielo porque suele echar para atrás el hecho de comenzar con un saldo negativo. «Realmente no harían falta, pero los bancos de ropa y libros son un estímulo para que no nos echemos atrás. Puedes estar en negativo y no pasa nada, porque todo esto se basa en una relación de confianza».educatopia-03
La asociación lleva un registro de usuarios. A los participantes se les entrega una cartilla en la que se registran los movimientos de somormujos en su cuenta. Para que los intercambios tengan continuidad más allá de los encuentros, Educatopía remite a los integrantes de la red un boletín con ofertas y demandas de los usuarios. «Cada uno es libre de contactar con quien quiera», aunque de momento los intercambios se realizan con la intermediación de Educatopía, ya que, como puntualiza Elvira Sánchez, en el boletín los usuarios se identifican con un código numérico.

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Encuentro Somormujo 2014

Para formar parte de la red de la moneda social Somormujo se puede acudir a los encuentros organizados por Educatopía o dirigirse a la asociación a través de Facebook o de los datos de contacto de su página web.

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Esta asociación surge para dar respuesta a la inquietud de un grupo jóvenes «comprometidos con la búsqueda de un camino que permita mejorar el mundo en el que vivimos» que pretendían desarrollar actividades de educación socioambiental. Dando un paso más allá de lo que plantea la educación ambiental tradicional, «integrando los sistemas sociales y económicos en lo ambiental». Elvira Sánchez explica que no solo se trata de sensibilización y destaca la necesidad de no separar lo humano, lo social, de lo natural. La asociación, añade, da rienda suelta a esas preocupaciones más sociales. Como ejemplo cita los problemas ambientales, que «vienen dados por problemas de origen social».

«La educación ambiental tenía este déficit, lo mismo que ocurre en la educación formal». Asegura que no se puede parcelar el conocimiento, y aboga por tender hacia lo contrario, a conceptos como la transversalidad y la interdisciplinaridad, «que complementen y mejoren, y no nos lleven a callejones sin salida en cualquier aspecto de la vida».

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Actividad de cuentacuentos organizada por Educatopía

La asociación inició su actividad en febrero de este año y cuenta con cinco miembros activos: Cristina Díez Arias, licenciada en Ciencias Ambientales, formadora ocupacional y guía de senderismo; Ricardo Martín Aranda, ingeniero técnico agrícola especializado en huerta frutales y jardinería y técnico superior de desarrollo de aplicaciones informáticas; Rosa Muñoz Romero, licenciada en Ciencias Ambientales y Directora de Actividades Juveniles; Felipe Jiménez Mediano, maestro en educación musical y educación infantil y licenciado en Pedagogía; y la propia Elvira Sánchez Uzábal, licenciada en Ciencias Ambientales y máster en investigación social aplicada al medio ambiente.

Además del proyecto de moneda social, esta asociación ofrece la realización de talleres y cursos. Entre éstos, relacionados con temas como educación para la sostenibilidad, consumo responsable, reutilización creativa de residuos -el que «mejor acogida» tiene-, fotografía en la naturaleza, cosmética y limpieza sostenible, educación científica o cuentacuentos.

Por otro lado, desde Educatopía enseñan a plantar huertos a persona o grupo interesados y realizan visitas educativas a huertos agroecológicos. Asimismo, realizan rutas rurales y urbanas, a pie o en bicicleta con fines didácticos.

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7 COMENTARIOS

  1. Trueque, intercambio, ropa, libros, música, varios,…
    ¿Moneda! Somormujo. No tirar. Intercambiar, regalar, reciclar,…
    Alternativa a la moneda.
    Otro mundo es posible!!

    • Ya. Me hubiera gustado verte la cara si tus alumnos en Strawberry te hubiesen pagado con somormujos.
      O… «Me das una clase y te arreglo un pinchazo de la bici.
      Porque como todo el mundo sabe, los albańiles prefieren cobrar en somormujos.
      Y tu compańía de telefonía prefiere cinco kilos de tomates orgánicos a cambio de tus megas de 3G.
      Voy a tomarme algo a los Faroles, y cuando me toque pagar, le haré un truco de magia con los diábolos.

      • Veo que me conoces por tu comentario y lo que me molesta es que no des tu nombre.
        No has entendido lo que significa la modeda social llamada «somormujo» a pesar de lo bien explicada que está en el artículo.
        Cuando quieras te identificas y te lo explico mejor si quieres para que no te quede ninguna dudas.

        «See you»!!

        Fin de la conversación.

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