Quien langosta quiera, que afloje la billetera. La del Paseo de San Gregorio de Puertollano no es precisamente de esas que tanto se cotizan en mantel y mercado, aunque también necesita sus atenciones. Hace unos días un lector denunciaba el estado de las cuerdas del saltamontes situado en uno de los parques infantiles del Paseo. Hoy, operarios municipales procedían a la sustitución de la red, y han dejado el elemento infantil como nuevo y libre de sospechas que pudieran inquietar a los padres.