J. Carlos Sanz.- Si por algo nos caracterizamos los periodistas es por la escasa solidaridad existente de puertas para adentro. Entre bastidores, las penosas condiciones laborales son sufridas como una penitencia que toca llevar a cuestas. Y las asociaciones de periodistas que han de velar por los intereses y dignificación de los que ejercemos la profesión no encuentran los mecanismos necesarios para actuar con contundencia y atajar las precarias condiciones en la que viven los periodistas de este país.
Si ya de por sí sobrevivir en la profesión hoy en día es puro funambulismo, a ello se añade el agravante de tener al enemigo en casa, encarnado en juntas directivas de asociaciones de periodistas que meten la pata pretendiendo segregar a sus propios asociados. El último episodio es que la junta directiva de la Asociación de la Prensa de Ciudad Real (APCR) no está por la labor de permitir la entrada de periodistas no titulados en el futuro Colegio Profesional de Periodistas de Castilla-La Mancha.
Dicho así, la mayoría pensará que se trata de una postura lógica, el defender la inclusión sólo de aquellos profesionales que tengan la titulación específica. Sin embargo, en esta historia concurren varios matices que la junta directiva de la APCR pervierte hasta el punto de presentarlos ante la opinión pública como amenazas que “debilitan” el futuro Colegio Profesional de la región.
El trasfondo no es otro que la oposición de la junta directiva de la APCR a que periodistas que no poseemos el título pero estamos reconocidos por la FAPE (Federación de Asociaciones de Prensa de España) para ejercer profesionalmente el oficio formemos parte de ese “selecto” club de colegiados. Un apartheid en toda regla, se mire como se mire. Ha sido tal el revuelo montado, que hasta el propio vicepresidente de FAPE -Aurelio Martín- ha tenido que intervenir remitiendo un escrito en el que de alguna manera saca los colores a la junta directiva de la APCR.
Sobre todo por querer dárselas de paladines del corporativismo y cuestionar a la propia Federación Regional de Periodistas que aboga por incorporar una medida transitoria y excepcional para que aquellos periodistas no titulados, pero registrados en FAPE, podamos acreditar nuestra experiencia y se nos permita el acceso al Colegio Profesional de la región.
Estoy cansado de escuchar cómo algunos compañeros enarbolan el mantra del “intrusismo” profesional como el principal mal endémico de la profesión. Puedo entender la ojeriza y malestar que ocasiona a un titulado en Periodismo que alguien sin esos estudios esté viviendo del oficio; hasta cierto punto comprendo que nos vean con recelo y que nunca terminemos de ser aceptados. Pero cuando se demoniza sin más al “profano”, pasando por alto sus cualidades, su trayectoria profesional y su valía, entramos en un terreno demagógico baldío.
Máxime, cuando nuestra profesión no está regulada en España. El propio Aurelio Martín, en su carta remitida a las Asociaciones de Periodistas de la región y a la que ha tenido acceso eldigitaldecastillalamancha.es, así lo reconoce y además señala que la colegiación “no es obligatoria”. En base a este contexto, la eficacia que un Colegio de Periodistas pueda tener en la práctica cuesta verla. Además, crear un cisma innecesario, una fractura entre los propios asociados y excluir a los no titulados como si fuéramos apestados trae aparejado un tufo de elitismo y anhelos por crear un sistema de castas que no lleva a ninguna parte.
El vicepresidente de la FAPE explica que la asamblea general, celebrada en abril de 2006, acordó cerrar lo que se vino a llamar la “tercera vía” de acceso al Registro profesional de Periodistas, dejándolo abierto sólo en casos de excepcionalidad sometidos a examen de la Comisión de garantías, manteniendo una defensa inequívoca de la titulación universitaria en Periodismo o Comunicación Audiovisual para el ejercicio de la profesión. Y lleva más razón que un santo porque la ausencia de un marco regulatorio ha propiciado que en este sector haya un tótum revolútum de profesionales.
Pero hay de todo. Estamos los que hemos tenido que pasar el visto bueno de esa Comisión de garantías de la FAPE para acceder al Registro profesional. No se trata de un trámite al uso; todo lo contrario. Te exigen acreditar una serie de años ininterrumpidos trabajando en periodismo así como un estudio pormenorizado de tu trabajo ya sea en prensa, radio o televisión. Cuando alguien “profano” es admitido por la FAPE habida cuenta de lo difícil que resulta, supone una satisfacción y un infinito agradecimiento a este órgano por garantizarnos el poder dedicarnos a esta apasionante profesión.
El que ahora la junta directiva de la APCR pretenda dejar a los no titulados en la cuneta es rastrero como poco. Pero así les luce pues desde la propia FAPE se les da un rapapolvo. Aurelio Martín lo deja bien claro en la siguiente afirmación: “dejar sin incluir a estos profesionales, que forman un grupo de experimentados y veteranos periodistas, supondría una división importante en el colectivo que repercutiría en la creación del Colegio, principalmente porque le impulsan las asociaciones de periodistas en las que están integrados desde hace varias décadas, con una actividad laboral sobradamente demostrada”.
De paso, les recuerda que ese mismo criterio (el de integrar en los organismos colegiales a los profesionales no titulados como medida transitoria y excepcional) se ha plasmado en las leyes de creación de otros Colegios de Periodistas como Cataluña, Murcia, Galicia, Andalucía, Castilla-León, La Rioja así como en otros textos en tramitación, como el de la creación del Colegio de Periodistas en Navarra. Y advierte que “de no seguir esta tónica legislativa se provocaría una falta de homogeneización de los miembros de los colegios profesionales”.
En román paladino, que la junta directiva de la APCR se pliegue a lo acordado so pena de pasar a la historia de la FAPE como el caso de unos representantes insolidarios y excluyentes. Martín, por si hubiera dudas, les recuerda también que la iniciativa de creación de los colegios partió de la FAPE “por considerar que son un mejor instrumento para la defensa de los intereses de la profesión”. Una defensa sensata donde tengan cabida todos aquellos que de alguna u otra forma estamos acreditados por este organismo estatal para dedicarnos al periodismo.
Fíjense en qué entuertos nos vemos inmersos los periodistas. Nosotros mismos nos ponemos zancadillas, nos puteamos para dificultarle al compañero que se busque la vida en el oficio. Algunos no se enteran de que lo más relevante en esta profesión no es quedarse en la procedencia del reportero si no lo que éste aporta a la profesión, su contribución en forma de cualidades virtuosas para enriquecer el oficio. Ya lo dijo el gran periodista polaco Kapucinsky: “los cínicos no sirven para este oficio”.
Curioso que a Carlos Sanz y Carlos Otto les parezca extravagante la exigencia de titulación, ¿ manifestarían su desacuerdo si la poseyeran ellos? No prejuzgo nada. Puede que hasta tengan razón, pero no sé si se tomarían la molestia de redactar un artículo de no afectarles a ellos la medida.
En este país todos trabajamos en condiciones precarias, y eso, cuando trabajamos. No solo los periodistas las pasan moradas. Bueno,maticemos: todos los que no tenemos amigos o familiares influyentes ni sabemos dorar la píldora. Este país siempre ha sido una jodia madrastra en lo relativo a lo laboral. Me río yo cuando alguien dice que es desde 2008 cuando tener curro se ha puesto difícil. Para mi, conseguir curro ha sido una odisea siempre porque siempre he estado en crisis.
Dices que colegiarse no es obligatorio y lo esgrimes como una razon para permitir colegiarse a los no titulados???
Sabes que eso pasa en todos los colegios profesionales????
Escribirias el mismo articulo, coma por coma, cambiando donde dices colegio de periodismo por colegio de medicos????
Yo soy carnicero, solo tengo que cambiar mi vocabulario, donde yo digo despiezar, tengo que decir amputar, donde digo abrir en canal, operacion a corazon abierto… es injusto que el colegio de medicos no me vea como a un igual y no solo el colegio!!! la ley de este pais… no lo entiendo… la vida es muy injusta…
Yo llevo 35 años en notarias, redactando escrituras y estando al día de todo tipo de leyes, reglamentos y demás disposiciones, y por ello nadie me otorga el derecho a colegiarme en ningún Colegio Notarial de España sin el título de notario.
No os quejéis los licenciados juntaletras, que al final vais a poder sacar más rédito al título en el que invertisteis tiempo y dinero:
http://www.elconfidencial.com/espana/2014-04-23/madrid-lanza-un-ordago-a-wert-y-pretende-que-cualquier-titulado-pueda-ser-maestro_119826/
Si aun así seguís en el paro es porque no os aplicáis…
Totalmente de acuerdo con su artículo, señor Sanz, aunque lo haya localizado ahora después de cinco años. Tengo 58 años, cuatro hijos, y por circunstancias familiares me quedé a las puertas de la carrera de Periodismo. He trabajo contratado en Efe, Cadena Rato, Onda Cero, Grupo El Faro de Ceuta y Murcia, además que colaborar en multitud de otros medios. Actualmente tengo una emisora de radio asociada mediante convenio firmado con Cadena Cope y un periódico local impreso y on line desde hace 20 años. Desde hace más de una década mantengo una plantilla de unos diez trabajadores con carrera y sin carrera de periodista. En 2011 ingresé en el Colegio De Periodistas De La Región De Murcia, por lo que siempre estaré agredido a dicha entidad. Es decir, el único dinero que ha entrado en mi casa desde que empecé mi carrera profesional solo ha provenido de los medios de comunicación.¿Si yo no soy periodista entonces qué es lo que soy?