J. Carlos Sanz.- Por segundo año consecutivo, el complejo industrial de Repsol Puertollano junto a Fundación Repsol acercan el conocimiento científico a los estudiantes de la localidad a través de los denominados “Talleres educativos ciencia divertida”, una iniciativa que mediante una perspectiva lúdica busca despertar el gusanillo de los jóvenes en la ciencia así como poner de relieve la importancia de la eficiencia energética en los entornos industriales.
En esta ocasión, un total de 1.300 alumnos de Primaria, Secundaria y de centros de Educación Especial como Fundación Fuente Agria serán los destinatarios de una actividad que se desarrollará en el complejo petroquímico hasta el 11 de noviembre.
De lo que se trata, y así lo recalcaron tanto José Luque (Director del complejo industrial) como César Gallo (Vicepresidente de la Fundación Repsol), es aproximar el interés por la ciencia desde el sector industrial y que dichos talleres sirvan como semillero para que en el futuro algunos jóvenes continúen sus estudios en el ámbito científico.
En ese sentido, Galló destacó el llamado Fondo de Emprendedores que la Fundación Repsol pone en marcha desde hace tres años y donde se becan proyectos de investigación relacionados con la eficiencia energética. En la actualidad, se están incubando 17 proyectos dentro y Gallo espera que en un horizonte próximo algún estudiante de Puertollano pueda acogerse a esta iniciativa. Asimismo, en el complejo industrial han realizado prácticas unos 9 alumnos dentro del programa de FP Dual al que esta empresa se acogió en su día. José Luque confía en que esta novedosa acción formativa permita los jóvenes beneficiarios lograr una mayor empleabilidad.
Cuatro talleres a elegir por los centros de enseñanza
Respecto a cómo están estructurados los talleres científicos, cada centro de enseñanza puede elegir entre cuatro y diversas experiencias. Así, tenemos desde el denominado ¡Toy Story!, donde los alumnos se convierten en aprendices de físicos y químicos teniendo la oportunidad de descubrir toda la ciencia que hay detrás de los juguetes; luego está el taller llamado ¡Jugando a polímeros!, donde los escolares se familiarizan con conceptos como mezcla, densidad, reacción química y estado de la materia; un tercer taller que bajo el nombre de “Reacciones en acción” permite a los alumnos explorar en detalle la química y aprenden factores que influyen en la velocidad de las reacciones. Y un cuarto denominado ¡Con energías!, donde se explican los fundamentos de la energía y la importancia del ahorro y la eficiencia energética.
Por tanto, una propuesta didáctica para poner de relieve la necesidad de la energía como “un bien necesario en el desarrollo económico” como así señalaba Gallo. Afirmación que compartía Mayte Fernández, alcaldesa de Puertollano, para quien la ciencia y la innovación deben seguir siendo santo y seña del municipio.
La regidora local agradeció la implicación de Repsol y de la Fundación para que el interés por la energía sea motor y apuesta de futuro en la localidad. También, destacó la relevancia de unos talleres que a su juicio han de despertar la vocación científica entre los jóvenes.
Parada en Lubricantes y Plan de competitividad para el Área de Química
En lo referente a la actualidad del complejo petroquímico, José Luque adelantó la próxima parada que se hará en la Unidad de Lubricantes. Comenzará en enero de 2014, durará alrededor de dos meses y se invertirán unos 20 millones de euros para llevar a cabo acciones encaminadas a situar a Lubricantes en un escenario de mayor competitividad.
Bajo esa misma premisa, Luque también detalló el plan contemplado para el Área de Química hasta el 2015 y donde se busca la eficiencia y diferenciación de productos. El Director del Complejo industrial de Puertollano aseguró que dicho plan afectará a todas las unidades, especialmente a la de Cracker, y que se buscará la eficiencia y diferenciación de productos, haciendo especial mención a la producción de resinas EVA, un producto de valor añadido que Repsol sólo produce en su complejo de Puertollano.
Entre el conjunto de inversiones previstas, se llevará a cabo una adecuación de la capacidad de producción del cracker para el suministro a las plantas de EVA y Polietileno Baja Densidad (PEBD).
En su día, la compañía anunció que esta reorganización productiva supondrá que en 2015 en Puertollano se dejará de producir Polietileno Alta Densidad (PEAD), debido a la falta de rentabilidad de este polímero más convencional. “Dentro de su compromiso con los trabajadores y con la sociedad donde desarrolla su actividad, Repsol garantiza la continuidad de los trabajadores afectados por esta reorganización, un 2’5 % de los 1.600 trabajadores del grupo Repsol en Puertollano”, subrayó la empresa.