Ayer Mora (PSOE), en referencia a la privatización de hospitales, dijo: “estaremos muy vigilantes para controlar que las concesiones a empresas privadas no acaben en manos de unos cuantos amiguetes”. A lo que Atienza (PP), respondió: “de familiares y amigos Mora sabe mucho, y si pretende lavar su mala conciencia: que calle y dimita o que dimita primero y luego calle”.
Si el hedor no ya era suficiente, Cañizares (PP) le ofrecía a García-Page (PSOE) “pactar a que nunca se pueda meter a familiares fraudulentamente o falsificando currículum en la Administración pública”. Evidencia de que el acceso a la función pública por parte de los afines a ambas formaciones políticas suele ser digital.
PP y PSOE no sólo han cimentado las instituciones de nuestra región en el amiguismo y en el clientelismo, sino que además tenemos que soportar que se lo echen en cara uno a otro, como si alguno estuviera libre de pecado para la lanzar la primera mierda… digo, la primera piedra.